Ya sea en la ferretería o en la construcción, almacenar nuestros sacos de cemento
es una tarea fundamental. Por eso, te compartimos estos sencillos (e
indispensables) consejos.
Es algo que todos debemos hacer y que no siempre sabemos si estamos haciendo bien. Un pequeño error puede costarnos mucho dinero o tiempo de trabajo. Ya sea en la ferretería o en la construcción, almacenar nuestros sacos de cemento es una de esas tareas fundamentales que no siempre nos sale bien.
Por eso, te compartimos estos sencillos (e indispensables) consejos para almacenar tus sacos de cemento de la mejor manera.
Evita el agua… y el viento
Hasta el más novato aprendiz sabe que hay que almacenar el cemento lejos del agua. Pero algo que no siempre nos resulta obvio es que también es necesario almacenarlo lejos de las corrientes de viento.
Lo primero es claro, no queremos que nuestro cemento se moje y se endurezca. Lo segundo… tiene que ver con eso también.
Esto tiene que ver con una de las características esenciales del cemento, es higroscópico. Como cualquier buen ingeniero sabe, eso significa que atrapa la humedad del ambiente fácilmente, incluso la humedad del viento.
Recordemos que por humedad se pueden formar grupos y si esos no se pueden deshacer con los dedos, ese cemento ya no se puede usar.
¡Aléjalo de las paredes!
Bueno, en realidad no es lejos, solo no apoyes la pila de sacos en la pared.
Hay dos razones para esto. La primera es que entre la pared y los sacos puede haber fricción y pueden dañarse. Un saco dañado es una perdida segura, especialmente si no lo notamos a tiempo.
La segunda razón es la humedad. Muchas veces las paredes se humedecen, por la humedad en el ambiente o el clima, por ejemplo. Pegar los sacos a una pared puede humedecerlos y arruinarnos el cemento.
Por eso, lo mejor es separarlo de las paredes. No hace falta alejarlo mucho, basta con alejarlo lo suficiente para que una persona pase entre la pila de cemento y la pared.
Por cierto, esto también aplica para el suelo, por eso es que siempre es recomendable apilar el cemento sobre tarimas o pallets, con 15 cm de altura basta.
Y ya que hablamos de apilar…
Cemento mal apilado
Ni muy alto, ni muy ancho.
Cuando apilamos los sacos de cemento, un accidente común es que los sacos de abajo se rompan. Muchas veces sucede porque no soportan el peso, la presión.
Para evitar eso, lo mejor es no pasarse de los 15 sacos de altura, con una base no mayor de 4×4 sacos. Esto nos ayudará a no exceder la cantidad de presión que están diseñados para soportar.
Pero ojo, el tiempo importa. La altura de 15 sacos es para el cemento que está en uso constante.
Si vamos a almacenar por un mes o más el cemento, la pila no debe ser de más de 10 sacos, ya que unan presión por mucho tiempo puede causar los mismos efectos.
¡Cubrilo!
Por último, siempre que podamos, mantengámoslo cubierto.
A veces no cubrimos nuestros sacos de cemento por conveniencia, ya que está en constante uso o sabemos que se vende rápido. Sin embargo, siempre es bueno cubrirlo, especialmente cuando sabemos que pasara unas horas sin moverse, como por las noches, días de descanso o cuando sabemos que lo tendremos almacenado para usar en unos días.
Eso sí, para cubrirlo, necesitamos hacerlo con un material impermeable. Lo último que queremos es una cubierta que se humedece sobre nuestros sacos de cemento.
Y si te queda un saco abierto, ya sea porque no se usó todo en la obra o porque lo vendés racionado, asegurate de que el saco quede bien cerrado y, claro, cubrilo siempre.
El peor enemigo de cualquiera que almacene cemento es la humedad y, como ya viste, estos consejos básicos son para que lo evites al máximo.
Recordá que el empaque del saco de cemento es muy importante; por eso, confía en los sacos de Ultracem, que soportan muy bien la presión y alejan la humedad.
